Cerrar puertas, abrir ventanas
A veces toca soltar para poder continuar, cerrar puertas para abrir ventanas y decir no para estar dispuesta a vivir muchos sís. Y en este punto me encuentro.
Recuerdo la noche de fin de año, tenía unas ganas infinitas de que acabara el 2017, necesitaba pasar página, cambiar, renovar el aire y creí que con sólo cambiar de año, de número, sin mover nada más, sucedería algo mágico que ayudaría a mi bienestar, se modificaría algo en mi vida.
Pero ya se sabe que este tipo de magia no existe, que si queremos algo no hay suficiente en desearlo, debemos armarnos de valor y tomar decisiones, porque si no dejamos lo antiguo nunca habrá lugar para lo nuevo. Y en ese poder es dónde reside la magia.
Hace unas semanas os hablé por primera vez de mi trabajo, algo que me llena y me rompe al mismo tiempo, que me…
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