Las mallas del poder

Las mallas del poder

 

Raúl Prada Alcoreza

 Las mallas del poder

 Poder 3

Índice:

 

La desnudez del poder

Crepúsculo y apocalipsis

Una lectura de El otoño del patriarca                                             

Formas de gobierno e “ideología”

Experiencia y narración

Genealogía de la forma gobierno                                              

Crónica de tres muertes anunciadas                                        

La trama del poder                                                           

 

 

Dedicado a los y las combatientes, para quienes la lucha continua

 

¿Hay acaso algún centro en esta proliferación de trayectorias

De propagación de ciclos, desplazamientos múltiples

De marcas, huellas, hendiduras, inscripciones

Inventores de lenguajes y de vidas?

 

La mirada aposentada en algún lugar podría engañarnos

No es ese el núcleo ni ningún sitio lo es

No hay un lugar privilegiado

Todos los son a la vez

Todos los parajes son los focos tácitos

 

Fue Narciso quien se creía ser el espejo del universo

Enamorado de su rostro flotando en el agua cristalina

Ahogado por este amor a sí mismo

Donde creció la flor llevando su nombre

En memoria de este encantamiento del espejo

 

Ese meollo ilusorio es un refugio

La cueva donde se ocultan los temores

Lo miedos, los terrores, las vulnerabilidades

Madriguera convertida en la médula del mundo

Como si desde allí se lo inventara

 

Pretensión de autoridad a partir de profundos quebrantos

Sólo la violencia puede convertir el pavor en aparente bravura

La recóndita vacilación en aparente solidez

La lasitud en fortaleza

La abulia en actividad

La equivalencia en pujanza

Por otro lado, sólo la violencia

Puede convertir la asociación espontanea

En jurisdicción

Sólo la violencia puede persuadir

Sobre la procedencia sagrada

De esta médula ilusoria

 

Convencidos por la leyenda

Los humanos se dejan embrujar por el dinero

Se dejan hechizar por el poder

Creen en la quimera de la sede

A la cual se accede con dinero

Se conquista con poder

 

Espejismo infausto

No hay centro alguno

El dinero solo compra su ausencia inclemente

El poder sólo conquista el vacío

Huecos exorbitantes de la nada

Abismos donde se despeña la fábula

Como luz fugaz tragada por el agujero negro

Desintegrándose cuando cree haber conquistado todo

 

Historia de sociedades empujadas a orbitar un centro ficticio

Anillos embriagados por la atracción enigmática

De esta colosal fantasía del centro y del orden

Órbitas forzadas por la obligación de cumplir

De circular todos los días alrededor de los ejes

De los establecimientos instituidos

Alrededor del corazón mismo del meollo

El arquetipo del gobierno de cuerpos

De ciudades, de territorios

Idea absoluta de Estado

Como si de esta manera dieran vida a su propio delirio

Rito y ceremonia por lo desconocido

Rito y ceremonia por el mito del cetro

Falo erecto del patriarca inicial

Transmitido de generación en generación

Símbolo de mando, de dominio

Cetro asumido democráticamente

En la época de las máquinas, de las industrias

De los comercios ultramarinos

Del desvanecimiento de lo sólido

De la velocidad y de la vertiginosidad de los cuerpos

Cetro quimérico

Fósil de la primera erección convertida en dominio

Elegido libremente por los y las subordinadas

Mito patriarcal de la transferencia masculina

De fraternidad a fraternidad

Siguiendo la ruta sacerdotal y de la guerra

Mito de la verdad oculta, mito del poder aplastante de las armas

Invistiendo a eunucos como cuidadores de la virginidad de la verdad

Invistiendo a guerreros como cuidadores del inmenso territorio

Cuerpo extendido del déspota

 

Ya no hay eunucos cuidadores ni guerreros insomnes

Tampoco el cuerpo del déspota se extiende

Simbólicamente en el territorio

En sustitución están los funcionarios

Encargados de velar por el cumplimiento de las normas

Están los celosos especialistas de armas

Encargados de mantener las líneas dibujadas de las fronteras

 

Están los celosos vigilantes de las urbes

Encargados de mantener la limpieza y el orden de las ciudades

Están los comisionados de transmitir relatos

Sustituyendo a los cuentistas de la noche

Destilando su imaginación alrededor de la fogata

Reuniendo a niños, a mujeres y hombres

Todos vulnerables ante el acoso de la infinita concavidad

Del universo incomprensible

Los de las voces e imágenes eléctricas

Como rayos capturados en cables de cobre

Manteniendo en contacto a inmensas poblaciones

Están los competidores por representar al pueblo

Hablar a su nombre en el magno Congreso

Entregando las tablas de Moisés

Constantemente renovadas, multiplicadas

Proliferantes, productos de la industria legislativa

Regulando los mínimos detalles de las conductas

Están los gobernantes de turno

Esmerados por parecerse al primer patriarca

Haciendo gala de sus sacrificios

Salvadores del pueblo y de la patria

 

Son otros personajes

Sin embargo, el centro sigue siendo el mismo

El mito del falo erecto del mando

Como viril ausencia de un origen inventado

El centro del poder vacío

Circundado por ocupaciones provisorias

Queriendo demostrar con estas circulaciones reiteradas

La médula del poder existe

Dirigiendo las vidas y los destinos

 

Persistencia fanática en invertir el juego de la vida

El devenir alegre de los ciclos

Por convertirlo  en cronograma reiterado

En cumplimiento moral

En obediencia de leyes y disciplinas

Por convertir al mundo en imagen narcisa

De los señores del dinero y del poder

Enamorados de sí mismos

Se ahogaran en las aguas de su propio espejo

No crecerá después ninguna flor en su recuerdo

 

 

De Sabastiano Monada
La ilusión de Narciso en Residencia en el presente

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