Crónica de un saqueo anunciado

Crónica de un saqueo anunciado

Ordenes de relaciones económicas y de poder en torno al litio

 

 

 

Raúl Prada Alcoreza

 

 

 

 

 

 

 

La historia de los recursos naturales parece una narrativa de la condena, sobre todo ensañada con la inmensa periferia del sistema mundo capitalista. Así como se puede hablar de los ciclos largos del capitalismo también podemos hablar de los ciclos largos de los recursos naturales, saqueados en la periferia por el centro cambiante del sistema mundo capitalista y su geopolítica de dominación. En Bolivia se ha pasado del ciclo de la plata al ciclo del estaño, después al ciclo de los hidrocarburos y ahora se prepara el terreno para ingresar al ciclo del litio. Todos los ciclos anteriores han repetido el eterno retorno del saqueo, es decir, la extraterritorialización de los recursos naturales, que en palabras y los términos de la economía política consiste en la transferencia de valores y de riqueza a los centros industriales del sistema mundo capitalista. Es lo que podemos llamar una estrategia mundial de la geopolítica de la acumulación originaria y ampliada del capital, el modo de la dialéctica perversa del saqueo capitalista.

 

 

La pregunta es: ¿Cuáles son las condiciones de posibilidad para que esto ocurra, el saqueo de los recursos naturales, para que se haga imposible la independencia y autonomía los países la inmensa periferia del sistema mundo capitalista? La respuestas no es fácil, puesto que lo que hace el saqueo corresponde a la expropiación, la desposesión y despojamiento de los recursos naturales. Esto responde a estructuras de poder tanto mundiales, regionales y nacionales, también locales, que son concomitantes y complementarias en un diagrama de poder mundial que podemos llamar del saqueo. No solamente están los dispositivos de la geopolítica del sistema mundo capitalista, sino también los dispositivos nacionales, cómplices el saqueo, que a nombre del desarrollo viabilizan la extraterritorialización de los recursos naturales del país hacia el centro cambiante del sistema mundo de la valorización abstracta. Revisando la historia del saqueo, se puede constatar que los perfiles y los discursos políticos desatados y desplegados responden a la inclinación por el saqueo, responden a distintos colores y tonalidades  de diferentes discursos políticos. El saqueo se ha realizado acompañado con pretensiones de legitimización, tanto por lo que corresponde a la versión nacionalista, así como a lo que corresponde  a la versión liberal, tanto en lo que respecta a la emisión neopopulista, así como a lo que corresponde a la emisión neoliberal. La diferencia estriba en el estilo particular de sus discursos y en la característica de los personajes, que fungen de gobernantes y de representantes del pueblo.

 

Podemos decir que hay estructuras de poder locales y nacionales cómplices de las estructuras de poder regionales y mundiales, que sostienen la geopolítica de despojamiento y desposesión, que deriva en la industrialización, así como en la acumulación amplia de capital a nivel global. Como decía Sergio Almaraz Paz, la historia de la minería en Bolivia sólo ha dejado cementerios mineros. Haciendo una paráfrasis podemos decir que el ciclo de los hidrocarburos sólo ha dejado huecos, contaminación y depredación, sin beneficio a las poblaciones y pueblos de los territorios de la explotación de los hidrocarburos. Siguiendo las consecuencias, tampoco ha dejado beneficios sostenibles al erario del país, salvo si se entiende esto como el beneficio privado de la burguesía rentista, que gobierna, beneficio que se transfiere a los bolsillos de los gobernantes o del núcleo de poder que gobierna, que compromete varios órganos del Estado, incluyendo al órgano judicial. En otras palabras, el panorama es desolador, los pueblos y territorios se encuentran a merced de maquinarias económicas de explotación y de expoliación, a la vez. Lo grave es que esto se repite de manera patética en el teatro político. Una vez que se hace el recuento del saqueo, los gobernantes culpan de lo ocurrido a los anteriores gobernantes, se pasan la posta de la responsabilidad y de la conciencia culpable.

 

 

Quizás lo más triste, en este cuadro de la desolación, radica en aquel sector político que se dice “amigo del pueblo”, portador del fuego santo de la liberación nacional y de las otras liberaciones de carácter social cultural y nativo. El discurso de este sector es, en principio, convincente para las mayorías sociales que tienen expectativas y esperanzas en cambiar su situación social y su condición de vida. Empero, precisamente, cuando se da la confianza popular es cuando se aprovechan para esquilmar al referente de su propio discurso nacional popular o del socialismo del siglo XXI, que es el pueblo. Peor aún, lo que pasó en Bolivia, cuando hablamos de manera demagógica del socialismo comunitario. Es precisamente cuando más se ha destrozado a las comunidades indígenas, se han avasallados sus territorios, se efectúa una guerra no declarada contra las naciones y pueblos indígenas, se desmantelan sus derechos, consagrados constitucionalmente, las práctica y las instituciones propias,  sus lenguas y culturas, a pesar de lo que establece la Constitución del Estado Plurinacional Comunitario y Autonómico.

 

Obviamente, por el lado neoliberal se da lo mismo, aunque de otra manera y con otros discursos. La pretensión aparece como si fuese técnica, apuntando al equilibrio económico, aunque este equilibrio económico, efectivamente y en la práctica deriva en el saqueo. Pero no se inmutan; a este saqueo le llaman desarrollo. Ocurre algo parecido, aunque simétrico y opuesto, pero complementario, con el neopopulismo, que llama al saqueo “liberación nacional, social e indígena”.

 

 

El país está solo ante este ataque sistemático de explotación y saqueo de los recursos naturales. Aunque el concepto de país es abstracto, tiene connotaciones, que son importantes tomarlas en cuenta en las repercusiones del imaginario social. El país es la patria, quizás mejor dicho la matria, como dice el discurso del feminismo radical, de manera apropiada. De manera más específica, el país es el pueblo y la sociedad que habita los territorios de la geografía política. Aunque pueblo, sigue siendo también un concepto universal, que corresponde a la voluntad general, que termina legitimando al Estado, se puede decir que el pueblo contiene a las multitudes, a los estratos sociales, a los diversos colectivos, distribuidos en las distintas territorialidades de la geografía política. Entonces, es esta conjugación social y cultural la que está sola y amenazada por las maquinarias de poder locales, nacionales, regionales y mundiales.

 

 

En lo que respecta al ciclo que se quiere iniciar, el ciclo del litio, que correspondería al lapso de clausura del largo ciclo del capitalismo vigente, las mismas estructuras y diagramas de poder, las cartografías políticas, persisten, aunque modificadas en sus propios desplazamientos; sobre todo afectadas por su propia crisis múltiple. En consecuencia, no se puede esperar otra cosa que un nuevo desenlace del saqueo, de la extraterritorialización de los recursos naturales. Los síntomas de este acontecer se muestran en su propia patética circunstancia. Un secretismo hermético oculta la información al pueblo, a pesar de que la Constitución es clara al respecto, habla de la democracia participativa, directa, comunitaria y representativa, de la participación y el control social, de la construcción colectiva de la ley y de la política. Nada de esto se ha dado desde la promulgación de la Constitución política del Estado (2009). Lo que se ha dado es lo que se dio antes, el desenvolvimiento de los dispositivos de poder local y nacional se prestan para servir a las empresas trasnacionales extractivistas, las cuales se niegan a industrializar el litio en el país. La “industrialización” solamente es un término usado en el discurso demagógico. El drama político y económico deriva en contubernios, en convenios y en contratos desconocidos, salvo la interpretación resumida y fragmentada de los propios voceros políticos. Vuelven a sobresalir en la pugna de poder los juicios, buscando culpables del fracaso, de la notoria ausencia de un proyecto de explotación nacional autónoma de litio. El drama se ensaña también individualmente; en su haber empieza a contar sus muertos, el costo trágico de los contubernios. ¿Cuánto son? Lo que recientemente se sabe es el fallecimiento del que fue gerente de yacimientos del litio boliviano (YLB). ¿Antes no hubo muertos acaso, que no aparecen en los noticiosos? Nadie explica lo que pasa, salvo el amarillismo sensacionalista de los medios de comunicación, y las diatribas de los opuestos, de los enemigos políticos, que pugnan por el poder. Esta es una manera de ocultar lo que pasa, de encubrir lo que ha pasado, tanto con una supuesta investigación, así como por las denuncias del llamado contrincante.

 

 

Todo parece indicar que se prepara el escenario para un nuevo ciclo de saqueo. Lo que llama a la atención es el silencio contemplativo del pueblo y la sociedad, acostumbrados a que esto, a tomarlo como si fuese normal esta rutina del contubernio político y económico con las trasnacionales extractivistas, conspirando contra el país, en busca compulsiva por el control monopólico de las reservas del litio. Con el aditamento de que el paso por el poder de los gobiernos neopopulistas ha terminado destruyendo el tejido social y la capacidad de lucha del pueblo. Corrompido el tejido social, afectado por la estrategia de dominación de la forma de gubernamentalidad clientelar. Organizaciones sociales apócrifas, dirigentes corruptos, son los agentes de esta corrupción y de la destrucción del tejido social. En consecuencia, asistimos a la expansión intensiva del drama de la desolación política y económica del país.

 

 

Ahora pasaremos a hacer una breve descripción de la situación de litio en Bolivia y a dar una mirada al panorama sucinto mundial.

 

Descripción del saqueo anunciado 

 

La empresa de Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB) es pública, es decir estatal. Tiene la potestad de la explotación e industrialización de los depósitos minerales de litio. La empresa responde, en la estructura del Estado,  al Ministerio de Energía de Bolivia; fue creada mediante la Ley N° 928 el 27 de abril de 2017,​ teniendo como sede a La Paz.​

 

 

Según informe oficial, en el año 2021 la producción llegó a 540 toneladas de litio. Al año siguiente bajó a 480 toneladas, valoradas en 27 millones de dólares.​ En el tercer año, 2023, la producción volvió a subir a 600 toneladas.​

 

 

En la jerga económica el litio es considerado materia prima para la producción de baterías. En lo que respecta a las reservas de litio se habla de yacimientos concentrados en el llamado  Triángulo del Litio, triángulo conformado en el espacio geográfico y geológico que atraviesa las fronteras de Argentina, Chile y Bolivia. Bolivia es considerado el país con las mayores reservas de litio del mundo. La mayor cantidad de reservas de litio se encuentran en el Salar de Uyuni.

 

 

Durante el 2008, el gobierno de Bolivia nacionalizó los yacimientos de litio. El proyecto gubernamental presentado y aprobado se propuso llegar a la producción industrial, es decir, a producir baterías de litio. Durante el 2019, Luis Alberto Echazú, viceministro de Altas Tecnologías Energéticas, declaró que en 2023 o 2024 se exportaría a Alemania las primeras baterías eléctricas, que serían empleadas por la industria automovilística alemana.​ Esto no ha ocurrido, ha quedado en el aire, en la voz perdida del fenómeno discursivo en los laberintos de audio de los noticiosos. 

 

 

Haciendo la contabilidad de lo invertido en el proyecto de la explotación del litio, el Estado boliviano desembolsó 900 millones de dólares en la construcción de una fábrica y otras instalaciones para extraer litio en el departamento de Potosí. Dicha fábrica se abrió en 2013.​ En 2017, la industria pasó de la empresa estatal Corporación Minera de Bolivia a Yacimientos de Litio de Bolivia. Juan Carlos Montenegro fue designado gerente de YLB.​

 

Durante el 2016 se dio lugar a una sociedad con el conglomerado chino CAMC, cuya tarea encomendada es de extraer cloruro de potasio en el Salar de Uyuni. Empero durante febrero de 2020 no quedó claro lo que pasaba con las empresas conjuntas chino-bolivianas, en lo que respecta a la explotación de los depósitos de litio en los salares, incluyendo al Salar de Coipasa y al de Pastos Grandes.

 

 

En todo caso, en la breve historia del fracaso en la explotación e industrialización del litio, YLB sostuvo conversaciones con ocho empresas trasnacionales del litio. Durante abril de 2018 se anunció que YLB se asociaría con un la empresa alemana ACI-Systems (una subsidiaria de ACI Group), y K-UTEC AG Salt Technologies. Durante octubre de ese año, YLB estableció una coalición empresarial con el conglomerado alemán. YLB tenía en esta empresa coaligada un 51% de las acciones. Según lo establecido, la sociedad se propuso una inversiones por 1.200 millones de dólares y la construcción de tres fábricas en Bolivia, incluida una planta de hidróxido de litio en el Salar de Uyuni, donde las reservas de litio se usarían para producir cátodos y baterías. Wolfgang Tiefensee, Ministro de Economía y Ciencia de Turingia, estableció que el financiamiento también contemplaría el diseño con propósitos sociales y ambientales. Sin embargo, durante el 2019 estallaron conflictos en el departamento de Potosí, que manifestaron su desacuerdo con el convenio firmado por el Estado de Bolivia y el conglomerado alemán. En noviembre de 2019 la empresa conjunta con ACI fue disuelta por decreto del presidente Evo Morales Ayma.​

 

 

A la llegada perentoria y provisoria del gobierno interino de Jeanine Áñez, se reemplazó al director general de YLB. Se hizo cargo, a principios de enero del año “transitorio”, Juan Carlos Zuleta, técnico y analista del mercado mundial del litio, en manifiesta actividad contra la participación alemana, en connivencia  con el Comité Cívico de Potosí. Fue destituido de su cargo a principios de febrero de 2020, asumiendo el cargo, en sustitución, en forma interina, el economista Gunnar Valda Vargas.​

 

 

El conflicto social departamental tuvo repercusiones, durante agosto de 2021 la movilización departamental impidió al presidente del país, Luis Arce Catacora, visitar las instalaciones de las plantas de litio.​ Carlos Humberto Ramos fue designado gerente de YLB.​ Durante el 2021, el gobierno seleccionó ocho empresas trasnacionales, ninguna de las cuales contaba con experiencia en la explotación del litio a escala comercial. Esas empresas llevaron a cabo pruebas piloto. 

 

 

Como dijimos, hasta la fecha, YLB informó haber producido 540 toneladas de litio durante el año 2021, después 600 toneladas, durante el 2023. Se dice que YLB captura apenas el 9% del litio extraído de los yacimientos.​ De acuerdo a el Wall Street Journal, en Chile se capturaba el 50% y se produce 540 toneladas cada 36 horas.​ Esto nos muestra el contraste entre la producción de litio en Bolivia y Chile.

 

 

En el contexto mundial durante el 2021 la producción mundial de litio alcanzó aproximadamente 500.000 toneladas de carbonato de litio equivalente. En 2023, Australia encabezó la producción minera de litio con 86.000 toneladas, le sigue Chile con 44.000 toneladas, después China con 33.000 toneladas y, por último, Argentina con 9.600 toneladas[1].

 

 

 

El mercado del litio 


Vamos a recurrir a fuentes especializadas de información sobre la explotación, producción, industrialización y comercialización del litio. En consecuencia, vamos a reproducir las descripciones y análisis que hacen al respecto. En todo caso, para comenzar, observando desde la historia económica capitalista, podemos decir que se trata de un mercado naciente, por lo tanto todavía incipiente.

 

 

En la conmensuración del mercado del litio se estima que éste llega a 0,71 millones de toneladas de carbonato de litio LCE, correspondientes al año 2024; en perspectiva se espera que alcance 1,72 millones de toneladas LCE hasta el año 2029. Hay que recordar que el litio es un componente clave de las baterías de los vehículos eléctricos, también anotar que las ventas de estos vehículos aumentaron hasta los 6,6 millones en 2021, casi el doble que un año antes.

 

 

Teniendo en cuenta los datos proporcionados por el US Geological Survey (USGS), sabemos  que Bolivia encabeza la lista de países poseedores de mayores recursos de litio, contando con 21 millones de toneladas; le sigue Argentina que cuenta con 19 millones de toneladas; después viene Chile, que cuenta con 9,8 millones toneladas; por último Australia, que cuenta con 7,3 millones de toneladas. 

 

 

En el contexto de las nuevas tecnologías, utilizadas en vehículos eléctricos, computadoras portátiles y teléfonos celulares, se recurre a las baterías de litio. Este mercado global está creciendo vertiginosamente. La fabricación de estas baterías está controlada por  grandes empresas como CATL y BYD, que, por otra parte, fabrican automóviles. Extendiendo la explotación de yacimientos de litio al Congo, Mali y Zimbabue, al África, y a Australia.

 

 

De acuerdo a información difundida por Fastmarkets[2], China es la fuerza dominante en el mercado del litio. Es responsable de más de un tercio de las importaciones globales del carbonato de litio. Los mercados mundiales siguen atentamente los precios internos del metal en China, país clave, como hemos dicho, en la fabricación de baterías. La demanda interna y exportación de autos híbridos y eléctricos es un factor indispensable para tener en cuenta la explicación de la evolución de los diversos precios mundiales del litio. Fastmarkets dice que si al gigante asiático le sumamos los mercados de Corea del Sur y Japón, nos encontraremos con más del 65% de la demanda internacional del litio. De esta manera, la evolución de la producción industrial en estos tres países es clave para analizar el mercado y consecuentemente los precios del litio a nivel internacional.

Haciendo historia, siguiendo con el informe de Fastmarkets, el consumo productivo mundial de litio creció desde menos de 25 toneladas, a principios del siglo XX, hasta llegar a 1.000 toneladas en 1950; después despega a 13.000 toneladas, a comienzos de los 2000. Una década más tarde, el consumo global de litio se ubicaba en más de 28.000 toneladas, esto para principios del 2010 (Maxwell, 2015). El 2021 cerró con una producción global de litio de más de 100.000  toneladas (USGS, 2022), con proyecciones de un sostenido crecimiento hasta acercarse a las 400.000 toneladas en 2030. Es decir, la producción mundial se cuadruplicaría en 9 añosEs menester recordar y hacer hincapié que se trata, hasta ahora, de toneladas de litio metálico (Li), que equivalen a 5,32 toneladas de Carbonato de Litio Equivalente (LCE). 

 

Tomando en cuenta el último anuario estadístico del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), cerca de tres cuartas partes de la producción mundial del litio se destinan a la producción de baterías. En menor proporción, el 14% se destina a la producción de vitrocerámicas, fundamentales para las cocinas eléctricas, en tanto que el 10% se destina a variados usos en las producciones de lubricantes, polvos para fundición, polímeros.

En lo que respecta al cálculo de los recursos y de las reservas, cabe destacar que entre los países integrantes del llamado Triángulo del Litio (Argentina, Bolivia y Chile) se encuentra más del 62% de los recursos mundiales de litio, estimados en 80 millones de toneladas (USGS, 2022). No hay que olvidar que se llama recursos a la estimación de existencia efectiva de minerales en cada país, mientras que las reservas son la parte de los recursos cuya extracción es hoy económicamente factible.

Siguiendo el informe de Fastmarkets, se proyecta una importante subida de la demanda, sobre todo teniendo en cuenta el año 2025, cuando el mercado mundial, se estima, seguirá creciendo notoriamente, desafiando a la oferta. Este año la producción no alcanzaría para cubrir el volumen de la demanda de baterías requerido en el mercado, considerando las proyecciones de la demanda y el volumen de inversiones que se vienen realizando. Este hecho esperado ya genera tensión sobre las cadenas de producción, en consecuencia,  incide sobre los precios del litio.  

En Argentina el carbonato de litio acumula exportaciones por más de 27.500 toneladas, evaluadas en más de 593 millones de dólares, de enero a noviembre del 2022. Con la exportación, en el mismo lapso, prácticamente igualando al comercio exterior del 2021, el importante alza de precios del litio lleva a un crecimiento del valor exportado de más del 220% respecto al año pasado. 

 

 

 

 

Características de Australia en el mercado mundial de litio

 

A continuación veremos las diferencias de Australia respecto al Triángulo del litio, Argentina, Bolivia, Chile, en lo que respecta a la explotación y producción del litio.

 

El método de producción y el producto derivado de litio que se produce en el país oceánico es rotundamente distinto al que se produce en el Triángulo del Litio. En Australia la extracción de litio se realiza desde pegmatitas, es decir, desde fuentes minerales de roca dura, mientras en que en Sudamérica la extracción se realiza en salmueras. Desde el litio que se extrae de las pegmatitas se produce espodumeno de litio. El crecimiento de la industria del litio en Australia ha consistido fundamentalmente en exportar este producto a China, donde se ha integrado la cadena de valor para que el grueso de la industrialización del litio se realice en el gigante asiático.

 

La cercanía geográfica y los acuerdos entre Australia y China robustecen a las industrias de litio en estos países. En este sentido, el procesamiento de espodumeno es más barato que el carbonato para producir hidróxido de litio (Obaya y Céspedes, 2021), aunque el carbonato hoy es cerca de diez veces más caro que el espodumeno, de manera tal que los modelos de negocio cambian sustancialmente. En este sentido, por su mayor desarrollo relativo, hoy Australia tiene el 25% de las reservas globales (viables económicamente de extracción) de litio, pero el 9% de los recursos de litio en todo el mundo, en la perspectiva de que aún resta esperar a que se vea aún más extendido el volumen de reservas del Triángulo del Litio.

 

Los recursos comprobados de litio a nivel mundial se concentran en un 26% en pegmatitas, frente a un 66% en salmueras, las cuales están ubicadas mayoritariamente en el Triángulo del Litio (Obaya y Céspedes, 2021). Consecuentemente, en tanto la demanda siga creciendo, las oportunidades del mercado giran cada vez con más peso hacia la extracción de litio en salmueras”. 

 

 

Anotaciones ambientales sobre el litio: la producción del Triángulo del Litio y la de Australia

 

“Además de su aporte a la electromovilidad y a la descarbonización, la producción de litio en el Triángulo del Litio resulta mucho más sustentable que la que se realiza en Australia. En un reciente informe de CEPAL (Jimenéz y Sáez, 2022) se dio cuenta de tres impactos sobre la producción de litio en salmueras (cómo se realiza en el Triángulo del Litio) respecto a la producción en pegmatitas (cómo se realiza en Australia).

 

En este sentido, una tonelada de carbonato de litio producida de minerales emite 7,8 veces más gases invernadero que la producida desde un salar. En el caso de la producción de hidróxido de litio se mantiene la tendencia, pero la brecha es menor, siendo 2,7 veces más contaminante la producción desde espodumeno respecto al salar. En cuanto al consumo de energía, las relaciones entre carbonato e hidróxido de litio de cada fuente dan cuenta de un espodumeno australiano que requiere cerca de 3 veces más uso de energía que el litio del Triángulo.

 

Finalmente, el consumo de agua fresca para la producción de químicos de litio es menos intensiva desde salares respecto a pegmatitas. Mientras una tonelada de LCE extraída de salares requiere cerca de 30 m3 de agua, la misma tonelada extraída desde una pegmatita requiere cerca de 100 m3 de agua fresca (Jimenéz y Sáez, 2022).

 

 

El incremento de la demanda de vehículos eléctricos hizo que los precios del litio se dispararan en el año 2022, antes de retroceder a principios del año 2023. Pero, ¿qué se puede esperar del mercado del litio en el futuro y qué factores determinarán la demanda, la oferta y los precios?[4]

 

A propósito de los seis factores que determinan el mercado del litio. Para entender los matices del mercado del litio es vital para prever la demanda, la oferta y los precios en el futuro[5]

Ahora es conveniente repasar lo que se consideran los seis factores que condicionan el mercado del litio. El primero tiene que ver con el cambio de paradigma energético, de la energía fósil a las energías limpias, que Allan Pedersen llama el fuerte crecimiento de la demanda de litio. El segundo tiene que ver con la calidad del litio. La tercera tiene que ver con diferencia entre el carbonato y el hidróxido de litio. La cuarta tiene ver con las fuentes del suministro de litio. La quinta tiene que ver con la inmadurez del mercado del litio. La sexta tiene que ver con la conformación de asociaciones en la industria del litio. Estos son, a juicio de Allan Pedersen, analista principal de litio en Wood Mackenzielos factores que, en estos momentos, están determinando el mercado del litio.

 

1. El fuerte crecimiento está creando un mercado del litio agitado

“El litio muestra claramente las características de un mercado inmaduro, en el que el equilibrio de la oferta fluctúa entre el déficit y el superávit. Un único uso final está dominando rápidamente el mercado, y las baterías recargables representan ya aproximadamente el 85% de la demanda mundial. Con el despegue de los vehículos eléctricos en 2021 y 2022, la demanda se disparó”.

“Sin embargo, el desarrollo de infraestructuras, tanto en términos de minas como de refinerías, requiere una inversión masiva de tiempo y dinero. Como resultado, la oferta tuvo dificultades para seguir el ritmo y este desequilibrio hizo que los precios se dispararan en 2022, superando los 70.000 dólares por tonelada”.

Se observa que el crecimiento de la demanda se ha ralentizado un poco a medida que se reducen o eliminan las subvenciones a los vehículos eléctricos y los precios han vuelto a caer en 2023. “De cara al futuro, esperamos que los precios entren en un periodo de descenso controlado y vuelvan a situarse en torno a los 20.000 dólares por tonelada a finales de la década”. “Los precios del litio deberían experimentar un descenso controlado desde sus máximos históricos durante el resto de esta década”.

 

2. La calidad es un problema a medida que las baterías se convierten en el mercado dominante del litio

“Aunque cada vez se utiliza más litio para fabricar baterías recargables, no todo el litio es apto para este fin. Los productos de litio aptos para baterías tienen que ser de la máxima calidad y pureza y, por tanto, son los más complejos de producir. Las nuevas refinerías tenderán a empezar produciendo litio de menor calidad, de grado técnico, que no es directamente utilizable en baterías”.

“A medida que los operadores de las nuevas plantas adquieran experiencia y afinen sus operaciones, la pureza del producto refinado puede mejorarse hasta el punto de que sea viable para las baterías. Sólo en este punto puede comenzar el proceso de cualificación, que es algo que cada fabricante de cátodos hace individualmente”.

“Como resultado, a pesar de un elevado excedente de oferta global, los productos de litio aptos para baterías verán un mercado más ajustado, al menos a corto plazo”.

 

3. El litio no es realmente un producto único

“Otro factor que complica la evaluación de la oferta y la demanda futuras de litio es que el mercado comprende en realidad dos productos clave diferentes. Tanto el carbonato como el hidróxido de litio se utilizan en la producción de baterías recargables para vehículos eléctricos y aparatos electrónicos. Sin embargo, el uso de uno u otro depende de la química catódica utilizada en las baterías.”

“El carbonato de litio está impulsado principalmente por el fosfato de hierro y litio (LFP), que se ha utilizado ampliamente en baterías en el mercado chino y ahora se está abriendo camino en otras regiones. El hidróxido de litio está impulsado por la química de cátodos con alto contenido en níquel, cada vez más favorecida por el mercado de vehículos eléctricos de gama alta debido a su mayor consumo energético”.

 

 

4. Las fuentes de suministro de litio a largo plazo no están claras

“En opinión de Pedersen, el conocimiento de los proyectos existentes, previstos y potenciales permite proyectar la trayectoria de la oferta de litio hasta el final de la década con una precisión razonable. La comparación con la demanda prevista permite prever la trayectoria de los precios a medio plazo con una confianza razonable.”

“A medida que los operadores de las nuevas plantas adquieran experiencia y afinen sus operaciones, la pureza del producto refinado puede mejorarse hasta el punto de que sea viable para las baterías. Sólo en este punto puede comenzar el proceso de cualificación, que es algo que cada fabricante de cátodos hace individualmente.”

“Como resultado, a pesar de un elevado excedente de oferta global, los productos de litio aptos para baterías verán un mercado más ajustado, al menos a corto plazo”.

 

5. El mercado del litio está aún relativamente inmaduro

“Tal vez el mayor reto a la hora de prever el futuro del mercado del litio sea que la industria está todavía en pañales. No existen especificaciones globalmente aceptadas para el producto y, por tanto, no hay anclajes aceptados para fijar los precios.”

“La necesidad de especificaciones únicas y muy precisas hace que los productos del litio sean casi comparables a las especialidades químicas en términos de complejidad de precios. Al mismo tiempo, la necesidad de mantener el ritmo de crecimiento continuo de la demanda impide a la industria dar un paso atrás y evaluar cómo establecer un enfoque más uniforme y coherente. Es probable que en el futuro haya una mayor normalización, pero tardará en surgir.”

 

6. Las asociaciones serán clave para el futuro de la industria del litio

“En 2022, el 52% del suministro de litio procedía de sólo cinco empresas. Sin embargo, en Woodmac no prevén una actividad significativa de fusiones y adquisiciones en la industria y pronostican que la cuota de estas empresas se reducirá al 36% en 2032 a medida que crezcan las empresas más pequeñas y surjan nuevas empresas. “Aunque la integración horizontal no será un tema importante en el futuro, sí lo será la integración vertical.”

“Las asociaciones entre mineros y refinadores tienen sentido, ya que pueden compartir tanto el riesgo como las enormes necesidades de capital que implican los nuevos proyectos. Trabajando juntas, las operaciones ascendentes y descendentes pueden aprovechar la experiencia de la otra parte para mejorar los márgenes y captar más cuota de mercado. Este tipo de alianzas ya se están produciendo; por ejemplo, Pilbara Minerals se ha asociado con POSCO en Corea del Sur, mientras que SQM y Wesfarmers han unido sus fuerzas en un proyecto en Australia Occidental. Esperamos que este tipo de alianzas se impongan en el sector en el futuro.”

 

Conclusiones

En Chile como en Argentina la producción del litio es aprovechada por empresas trasnacionales, que son las que verdaderamente industrializan, en las centros industriales del sistema mundo capitalista. Aunque en Bolivia no haya comenzado, propiamente hablando, la producción de litio, en la medida que se sigue el mismo paradigma de dependencia, se va a repetir la misma historia de la venas abiertas de América Latina. 

A pesar que las los recursos y las reservas del litio se concentran en el llamado Triángulo del litio, no son los países involucrados los que controlan la industrialización y los mercados del litio. Son las grandes empresas transnacionales y emporios industriales, que controlan, a su vez la tecnología, las que detentan el monopolio de la industrialización del litio. Bolivia, donde se sitúan los mayores recursos y reservas del litio, no ha ni siquiera iniciado el proceso de explotación producción, industrialización y comercialización del litio. Sigue, por así decirlo, en una etapa provisional, improvisada y piloto. 

En Bolivia ha preponderado la forma de gubernamentalidad clientelar, que incide negativamente en lo que podemos denominar la industrialización. Es más, refuerza las cadenas de la dependencia por la vía de la demagogia, la improvisación y la corrosión institucional. El Estado se ha convertido en un botín de la burguesía rentista, que gobierna, y de las organizaciones corporativas, que manejan el poder en forma de cuoteo.

En consecuencia, no se produce la acumulación de capital, sino el saqueo, el vaciamiento de los recursos naturales, el despojamiento y la desposesión. Se deja el cuadro desolador de cementerios mineros, huecos abiertos como heridas incurables, ecosistemas destrozados, territorios depredados, contaminación atmosférica y destrucción del tejido social. El sistema de la valorización abstracta de capital, da lugar a la dialéctica perversa de la acumulación originaria y la acumulación ampliada de capital, desvalirizando lo que toca. Volviendo lo que toca una mera cosa y hasta nada, para dar lugar a la valorización abstracta del valor dinerario, que sólo se incrementa en el delirio de la metafísica económica, de una ideología que se llama economía, con pretensiones de ciencia económica. Donde efectivamente podemos constatar que rinde, fácticamente, de manera demoledora, como máquina de la destrucción planetaria.

   

 

 

 

Notas


[1] Gonzalo Colque: Litio, el sueño boliviano que no despega.

[2] Guido D’Angelo – Julio Calzada: ¿Cómo es el mercado mundial del litio? https://www.bcr.com.ar/es/mercados/investigacion-y-desarrollo/informativo-semanal/noticias-informativo-semanal/como-es-el-1.

 

[3] Bolsa de Comercio de Rosario: Litio estratégico: cadenas de valor, extracción y electromovilidad.

https://www.bcr.com.ar/es/mercados/investigacion-y-desarrollo/informativo-semanal/noticias-informativo-semanal/litio.

[4] Ibídem. Referencia citada. 

[5] INCOSA: Seis factores que determinan el mercado del litio. Entender los matices del mercado del litio es vital para prever la demanda, la oferta y los precios en el futuro.

https://elperiodicodelaenergia.com/seis-factores-que-determinan-el-mercado-del-litio/.

 

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